La ilustración manifiesta el profundo amor que los padres le tienen a su hijo recién nacido. En el caso de Jesús no se hizo una excepción. María y José debieron de sentirse muy felices de tener entre sus brazos a un niño tan bendito. Sin embargo, el amor natural y entrañable de sus padres no tenía nada que ver con una supuesta 'adoración del Niño'. María era una mujer muy devota y, como tal, jamás hubiera violado el primer mandamiento de la ley de Dios, que condenaba la adoración a criaturas y objetos.
Además, unas horas antes de su martirio, Jesús hizo un pacto o trato con sus discípulos la noche de su última cena con ellos. No fue una fiesta del ego que ellos hicieron para él, algo semejante a un cumpleaños, en que el agasajado no solo se convierte en dios por un día, acaparando la atención de todos, sino todo lo contrario. Fue Jesús quien los invitó a ellos, reunión en la cual no se ensalzó a sí mismo, sino a su Padre. Y además, efectuó un gesto simbólico que disipó cualquier malentendido relacionado con la ocasión. En vez de sentirse dios por un día y recibir obsequios o solicitar favores, como se acostumbraba entre los paganos, se humilló a sí mismo lavándoles los pies a todos como un sirviente, dejándoles un estereotipo o modelo de lo que esperaría de ellos.
A raíz del martirio de Esteban en Jerusalén, los discípulos de Jesús fueron esparcidos por todas partes, y fue especialmente en Antioquia [Siria] desde donde el cristianismo despegó formalmente. Por eso allí comenzó a usarse por primera vez el término “cristiano”. (Hechos 11: 19, 20, 26) ¿Qué significaba para Esteban y para los demás discípulos ser cristianos?
Poco antes Jesús había dicho: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6), refiriéndose básicamente a que el cristianismo sería un modo de vivir semejante al modo de vivir de Cristo (un camino) basado en la fe en Dios. (Hechos 18:24-26)
Por eso sus seguidores ensalzan la Palabra de Dios (la verdad) como la fuente de sus enseñanzas, y abrigan en su corazón la esperanza de entrar al Paraíso gracias a la aprobación de Dios (la vida eterna). Por tal razón, los cristianos procuran seguir cuidadosamente en las huellas de Cristo; son muy cautelosos para no teñir de falsos colores las enseñanzas prístinas de la Biblia (Gálatas 1:8-9); y perseveran en la fe porque reconocen que es un requisito para sobrevivir a este mundo malvado (Luc 21:19). Por lo tanto, ya sea que los cristianos afirmen o nieguen cierta enseñanza, deben tener un fundamento sólido para respaldar su fe. (1 Pedro 3:15)
Respecto a la Navidad, es interesante el siguiente comentario publicado en el periódico oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, que dijo, en parte, que “históricamente, la verdadera fecha del nacimiento de Jesús permanece bajo un velo de incertidumbre que ni la historia romana, ni el censo imperial de aquella época, ni la investigación de siglos posteriores han podido develar. [...] La fecha del 25 de diciembre, como es bien sabido, fue escogida por la Iglesia de Roma en el siglo IV [después de Cristo]. En la Roma pagana, [el 25 de diciembre] era un día dedicado al dios Sol [...]. Aunque el cristianismo ya estaba asentado en Roma a partir del edicto de Constantino, el mito [del] dios Sol todavía estaba muy difundido, especialmente entre los soldados romanos. Las festividades [...] que giraban en torno al 25 de diciembre estaban tan arraigadas en la tradición popular que la Iglesia de Roma pensó darle a esa fecha un sentido religioso cristiano. Para ello sustituyó al dios Sol por el verdadero Sol de Justicia, Jesucristo, escogiendo este día como fecha de su nacimiento”.
Por lo tanto, acabas de ver el claro testimonio de los propios inventores de la Navidad, en el sentido de que no solo intencionalmente y a sabiendas soslayaron la fecha de nacimiento de Jesús, sino que, sin visos de contrición alguna, suplantaron arbitrariamente una adoración pagana que giraba en torno al Sol por la adoración al niño Jesús. Hablando claramente, maquillaron aquella fiesta pagana para hacerla pasar por cristiana. Este enfoque no es nuestro ni ha estado oculto. ¡Está en las enciclopedias!
Para nosotros está claro que las enseñanzas en torno al nacimiento de Jesús se contaminaron para satisfacer intereses no mencionados en las Escrituras. Cierta enciclopedia de Internet comenta sobre la Natividad: "En la liturgia, la celebración de la Natividad inaugura el llamado tiempo de Navidad, que en Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV y se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379 después de Cristo".
Decimos que la Navidad no es cristiana porque no fue instaurada por Jesús, sino por hombres casi cuatrocientos años después de su muerte. Los aspectos sobre su nacimiento están en la Biblia.
Convertir el nacimiento del Salvador en un ritual de adoración del Niño Jesús fue una desviación engañosa inventada alrededor del siglo IV después de Cristo por líderes de la Iglesia Católica Romana como parte de su agresiva campaña proselitista. Si aún quedaran dudas, ¿por qué no iniciar un sondeo de opinión usando el buscador de Google y comprobar cuántas opiniones contradictorias se han vertido al respeco.
Leyendo el registro de Lucas 22:19-20 se puede corroborar que los primeros cristianos recibieron de su Maestro y Salvador el mandato de celebrar su muerte, no su nacimiento. Esa sí es una creencia cristiana. Gracias por visitar nuestro blog.
ÍNDICE
Para nosotros está claro que las enseñanzas en torno al nacimiento de Jesús se contaminaron para satisfacer intereses no mencionados en las Escrituras. Cierta enciclopedia de Internet comenta sobre la Natividad: "En la liturgia, la celebración de la Natividad inaugura el llamado tiempo de Navidad, que en Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV y se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379 después de Cristo".
Decimos que la Navidad no es cristiana porque no fue instaurada por Jesús, sino por hombres casi cuatrocientos años después de su muerte. Los aspectos sobre su nacimiento están en la Biblia.
Convertir el nacimiento del Salvador en un ritual de adoración del Niño Jesús fue una desviación engañosa inventada alrededor del siglo IV después de Cristo por líderes de la Iglesia Católica Romana como parte de su agresiva campaña proselitista. Si aún quedaran dudas, ¿por qué no iniciar un sondeo de opinión usando el buscador de Google y comprobar cuántas opiniones contradictorias se han vertido al respeco.
Leyendo el registro de Lucas 22:19-20 se puede corroborar que los primeros cristianos recibieron de su Maestro y Salvador el mandato de celebrar su muerte, no su nacimiento. Esa sí es una creencia cristiana. Gracias por visitar nuestro blog.
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