El software de la Biblia
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No es exagerado decir que es la cosa más maravillosa del universo conocido: El cerebro humano. A medida que los neurocientíficos descubren más funciones, sigue asombrando y dejando perplejos a todos. Una vez, uno de ellos dijo: "El que diga que nuestro cerebro es una computadora, nunca ha visto un cerebro", refiriéndose a lo mucho más complicado que es en comparación con una computadora. Y otro dijo: "En comparación con el cerebro de una hormiga, una computadora es una bestia torpe y estúpida". ¡Imagínate!
Pero esta vez usaremos la computadora de manera figurada para poder explicar algunas cosas relacionadas con Dios. No es inapropiado, porque hasta Jesús usó cosas terrenales para explicar cosas celestiales. Lamentablemente, a pesar de todo, muchos ni siquiera le entendieron las cosas terrenales que dijo figuradamente. (Juan 3:12)
Hardware es el conjunto de piezas físicas o sólidas que componen la computadora o de cualquier elemento informático. Y software es el conjunto de programas, procedimientos y documentación asociado a un sistema informático.
Por lo tanto, el hardware es tangible, es decir, se puede tocar, mientras que el software es intangible, no se puede tocar. Si lo comparamos con nuestra vida, diríamos que nuestro cuerpo es el hardware, lo tangible, lo que se puede tocar y ver. Y nuestra inteligencia, pensamientos y sentimientos sería el software.
Y así como una computadora no es nada sin el software, nosotros sentiríamos que no somos nada sin nuestros pensamientos, nuestras emociones y sensaciones, con los cuales aprendimos muchas cosas en la vida, trazándonos metas y alcanzando diferentes objetivos.
De hecho, somos la suma de nuestros atributos, cualidades y defectos, de nuestros éxitos y fracasos, de nuestros puntos de vista, ambiciones y proyectos, ilusiones y fantasías. Alguien dijo que somos la suma de nuestras decisiones, pero no es necesariamente cierto, porque algunas cosas que nos han sucedido en la vida han sido consecuencias de decisiones tomadas por otras personas, que lamentablemente nos han afectado.
Ahora bien, el hecho de que tengamos una computadora y le instalemos el más avanzado sistema operativo no significa que sepamos usarlo. Podemos pedir ayuda a alguien que sepa de computación y aprender los procedimientos, aprovechando nuestro tiempo de la mejor manera, o podemos comenzar a usarla a tientas inmediatamente, pero perder mucho tiempo hasta finalmente descubrir cómo funciona.
Algo similar sucede con la vida. El hecho de que tengamos un cuerpo con todo lo necesario para funcionar, no significa que necesariamente sepamos cómo usarlo para realizar tareas complicadas que requieren cierta disciplina, como pilotar un avión de combate o bucear hasta las profundidades y descubrir tesoros.
Igualmente, el hecho de tener una mente que razona no significa que todos nuestros razonamientos sean correctos o den en el clavo, tal como el hecho de que tengamos sentimientos no significa que todo lo que sentimos sea agradable. Así como necesitamos aprender a usar el software instalado en la computadora, necesitamos aprender a vivir acertadamente.
Tal como perderemos mucho tiempo tratando de usar la computadora al tanteo, por nuestra cuenta, perderemos mucho tiempo tratando de vivir nuestra vida al tanteo, fracasando y triunfando casualmente, como dependiendo de la suerte.
Es cierto que si usamos una computadora para ilustrarlo, podríamos decir que bastaría con observar cómo usa su computadora nuestro padre o madre, o nuestros amigos, y luego hacer igual que ellos. Pero, ¿y si ellos también aprendieron al tanteo y no tienen ningún método práctico ni conocimientos avanzados? Seguiremos en sus pasos y cometeremos errores muy parecidos, sintiendo necesidades y frustraciones parecidas.
Pero si nos damos tiempo para sentarnos con alguien que sabe usar bien el software, no solo aprenderemos fácilmente a realizar los procedimientos más interesantes, y ahorraremos tiempo y dinero, sino también ahorraremos muchas de las frustraciones y malestares propios del aprendiz.
Algo similar sucede con la vida. No basta con imitar el comportamiento de nuestros padres y abuelos, o el de nuestros amigos y compañeros de clase. Porque si ellos no saben vivir, seguiremos un ejemplo equivocado, como ir por una carretera que termina en ninguna parte. Tendremos que dar media vuelta, recuperar la orientación de la autopista principal e intentarlo nuevamente por otro camino. Lógicamente, esta vez tendríamos más cuidado de no irnos por un camino equivocado.
Pero a diferencia de una computadora, la vida se desgasta en muchos sentidos. Los años pasan y no solo perdemos tiempo, sino ganas, entusiasmo y deseos de vivir. Nuestros errores pueden sumarse y hasta multiplicarse hasta el punto en que nos parece que ya no podremos soportar un día más.
Nuestro cerebro es la máquina más maravillosa del universo. Lo dicen los científicos. Uno de ellos dijo una vez que nuestro cerebro, tal como lo conocemos, podría recibir toda la carga de aprendizaje que le metiéramos en una vida de 70 años… ¡y mil millones de veces esa cantidad! ¿Sabes lo que eso significa en términos prácticos? Que nuestro cerebro, tal como está, podría servirnos para una vida de 70.000’000.000 de años, y creo que nos quedaríamos cortos.
Ahora piensa, ¿qué te dice tu corazón? ¿Crees que si para que usemos aptamente una computadora necesitamos un buen maestro, no necesitaremos uno con mayor razón para usar nuestro cerebro, que es mucho más complicado? Y ¿qué tan grande tendría que ser el manual y cuán capacitado tendría que estar el maestro?
La verdad es que Jesús no se equivocó cuando usó la expresión “como ovejas sin pastor” para referirse a las personas a las que llevó las buenas nuevas. Ni se equivocó Jehová cuando por boca de Jonás dijo que los ninivitas de su época no conocían la diferencia entre su mano derecha y su izquierda, en el sentido de que no sabían ni siquiera dónde estaban parados.
De hecho, muchas personas alrededor de la tierra demuestran ser como aquellas ovejas sin pastor, o como los ninivitas del tiempo de Jonás. A cada rato oímos en las noticias acerca de toda clase de dificultades, hasta las más increíbles, en que se meten las personas, de todas las edades, de todas clases económicas, de todas las clases sociales, de todas las culturas, de todos los continentes, de todos los pueblos, de todas las familias. Parecemos novatos usando computadoras de última generación. Y seguimos haciendo computadoras cada vez más avanzadas, pero no nos damos el tiempo necesario para aprender a usarlas adecuadamente.
Sin duda nos metemos en problemas no solo porque no nos hemos dado el tiempo para aprender a usar el programa, sino porque durante el tiempo que hemos estado perdiendo se nos han colado los virus, espías y gusanos informáticos por todas partes, exigiéndonos la instalación de antivirus cada vez más especializados, lo cual cuesta mucho dinero.
Nos pasamos gran parte del día deshaciéndonos de correo basura y analizando el equipo con el antivirus para ver si hoy no se nos coló algo que podría reventar el sistema.
De modo que 1) no tenemos conocimientos de computación, 2) perdemos tiempo fallando y fallando y fallando hasta dar en el clavo, 3) mientras se nos cuelan los virus y troyanos por todas partes. Y al final, logramos terminar de escribir el currículum que queremos hacerle llegar a un posible empleador.
Con la vida ocurre algo más complicado, porque se nos vienen los años encima y, no solo no hemos logrado nada que nos deje satisfechos, sino que los virus han dejado sus marcas mucho más profundamente que los de una computadora. Porque los virus de una computadora puedo sacarlos en un rato instalando el antivirus, pero ¿cómo podré borrar de mi vida todas las metidas de pata, los fracasos y sus secuelas, las enfermedades y sus achaques colaterales?
Definitivamente no es fácil vivir en esta tierra convulsionada. No basta con seguir el ejemplo de nuestros padres y abuelos, ni de nuestros bienintencionados amigos, sobre todo si nuestros padres no hicieron su parte y cometieron errores similares, o nuestros amigos fueron tanto, o más, inexpertos que nosotros. Al final, llegamos a la vejez con un puñado de éxitos que parecen no servirnos para nada. Una placa recordatoria que está enmoheciendo, un reloj o lapicero de lujo que nos regalaron alguna vez, y así…
En cambio, si ponemos el corazón en la palabra de Dios, la Biblia, y nos damos tiempo para examinarla cuidadosamente, hallaremos un tesoro lleno de gemas preciosas y joyas que nos dejarán pasmados.
Sí, la Biblia contiene, por decirlo así, un software llamado “la verdad”, que al mismo tiempo es un potente antivirus que no solo puede repeler los ataques informáticos, sino que es capaz de escanear nuestra mente y corazón en busca de problemas, detectarlos y expulsarlos de nuestra vida, dejándonos limpia la vida.
¿Es eso posible? ¿Es eso verdad? ¿Está disponible? ¿Es caro? ¿Hay que dar un diezmo?
Es difícil de instalar?
No es difícil de instalar. No hay que dar ningún dinero a cambio. Es gratis. Está disponible. Es verdad y es posible. Pero depende de que por lo menos aprendas lo básico y veas personalmente cuán fácil es usarlo. Por otro lado, no significa que los virus, espías, troyanos y basura informática dejarán de buscar una grieta en tu sistema a fin de penetrarlo y lograr sus fines egoístas. Pero a medida que aprendas a usarlo, te darás cuenta de que, con la experiencia, también viene la habilidad para usar tanto el programa como el antivirus. Todo está en la Biblia. No le falta nada. Dios lo hizo.
Lamentablemente, la mayoría de las personas no puede creer que existe algo tan valioso que, al mismo tiempo, esté disponible.
Ahora bien, a diferencia que los programas informáticos que funcionan con electricidad, este es de agua. ¿Cómo es eso? Bueno, en sentido figurado Jesús llamó “agua de vida” a la palabra de Dios porque introducirlo en nuestra mente es semejante a calmar la sed. (Juan 4:7-15; Apocalipsis 21:6)
Y es interesante que se haga una comparación con el agua porque el agua tiene características propias muy interesantes. Podemos beberla y calmar la sed, o nos puede caer desde el cielo en forma de piedras de granizo que podrían causarnos daño.
¿Cómo es eso?
La verdad es dulce para quienes la aman, pero para quienes la ven con frialdad e indiferencia puede convertirse en trozos de hielo. Y dependiendo del rechazo que uno manifieste, puede convertirse en rocas pequeñas o en enormes bloques caídos desde el cielo. En realidad lo que endurece o ablanda esa agua no es Dios, sino el que la recibe.
¿Cómo se instala y qué programas contiene?
El software se instala en la mente y en el corazón mediante el razonamiento. Si no hay razonamiento, la mente queda expuesta a toda clase de virus informáticos, es decir, información equivocada. De ahí a cometer pecados, hay un paso.
La verdad se instala en el corazón entrando por la mente. Por eso el apóstol Pablo suplicó que mantuviéramos claros nuestros razonamientos. Lamentablemente, algunas religiones prefieren que sus feligreses no utilicen el razonamiento, sino que simplemente acepten todo lo que se diga desde el púlpito, como si la palabra del hombre reemplazara la de Dios.
Observemos cómo diferentes traducciones de la Biblia oscurecen o aclaran el sentido de las lenguas en que se escribieron los manuscritos de los que se produjeron las copias que hoy circulan por el mundo. Por ejemplo, tomemos el pasaje de Romanos 12:1-2:
Una traducción dice: “Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual. Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto”.
Otra, un poco más clara, dice: ”Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Y otra, aún más clara, dice: “Por consiguiente, les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios”.
La verdad salta a la vista: Debemos usar nuestra mente para transformarla, evitando que la mundanalidad nos adapte a sus caprichos. En otras palabras, introducir los pensamientos de Dios en nuestra mente, vía razonamiento, y usarlos para purificar o limpiar nuestros pensamientos. Y nos advierte que eso no será posible si nos amoldamos al mundo.
Tal como uno procesa un texto en la computadora, puliendo los defectos, los pensamientos de Dios pulverizan los pensamientos equivocados, reemplazándolos con pensamientos verdaderos, y va desfragmentando todo hasta que queda limpio de escoria, impurezas y, sobre todo, malas intenciones.
Entre los programas que contiene está, en primer lugar, el sistema operativo, que controla todos las demás funciones. Ese sistema operativo es la doctrina fundamental, las premisas básicas verdaderas sobre las cuales se construyen todas las demás. Además, viene con un poderoso antivirus incluido, que no es necesario echarlo a andar mecánicamente. Tan pronto como se instala el programa, se activa y escanea todo el sistema unas ocho veces por segundo con ondas de alta intensidad, para dar atención a cualquier nueva información y virus que encuentre.
Automáticamente solo deja pasar la data verdadera. Eso mantiene limpio el sistema.
Otro de los programas es el de las funciones de desempeño, como hablar, escribir, escuchar, palpar, oler y todas emociones y sensaciones imaginables. Nuestra habla mejora, porque nuestra mente ya no usa palabrotas ni lenguaje sucio, lo cual se refleja automáticamente en las cosas que escribimos. Y ya no prestamos atención con los ojos y oídos a cosas que podrían perjudicarnos.
Si queremos, podemos usar nuestra mente para otras cosas, como pintar, dibujar, cantar, bailar, aprender otro idioma, etc. Ya no es necesario introducir ningún programa para realizar estas cosas. Basta con introducir la teoría, ponerla en práctica con un buen método y aplicarnos a ello con disciplina bajo la tutela de alguien más experimentado que nosotros.
¿Cuánto tiempo toma?
¿Es eso importante? Cuando uno quiere hacer lo que es correcto, no le importa cuánto tiempo le tomará hacerlo. Lo importante es que sus esfuerzos, a partir de su decisión, estarán bien orientados y darán sus fruto, es decir, los beneficios que la Biblia promete.
El tiempo es tuyo. Lo determina tu interés y tus circunstancias. Pero a medida que sientes sus extraordinarios efectos, tu interés crece, y con él, te sientes con cada vez más ánimo para controlar cada vez mejor tus circunstancias a fin de tener más tiempo para dedicarlo a la espiritualidad.
Algo extraño es que la mente no se llena, y la verdad, junto con el antivirus que contiene, amplía constantemente el espacio en nuestro corazón. (Salmo 119:32) Los gigabites se convierten en nanobites que caben por millones de millones. No hay límite, no aburre, no cansa. Porque cuanto más aprendemos de Jehová, mejor nos sentimos, más espacio hay en nuestro corazón, y más proyectos fabrica nuestra mente. Como dice Eclesiastés 1:8: “Nunca se sacia el ojo de ver ni el oído de escuchar’.
¿Qué es la espiritualidad?
Muchos tienen problemas para definir lo que es la espiritualidad y poder trazar las fronteras entre lo puramente emocional y lo que verdaderamente es espiritual; otros afirman que todo es la misma cosa; y aún otros piensan que la espiritualidad es puras patrañas. Nosotros tenemos una definición que nos ha ayudado a entender mejor todo lo demás.
La espiritualidad es todo aquello que tiene el poder de conectarnos con Dios y cultivar una relación con él. Decimos que algo es espiritual cuando tiene que ver con Dios, y emocional cuando tiene que ver con nuestras emociones, lo que sentimos.
Por ejemplo, si uno está riéndose muy alegre en una fiesta, está contento, pero no necesariamente está conectándose con Dios o estrechando su relación con él. En cambio, si uno aprende lo que significa la justicia de Dios, o su misericordia, poder o entendimiento, puede sentirse bien hasta el punto de reírse, pero está expresando su espiritualidad, porque tiene que ver con su relación con Dios.
El programa de la verdad funciona con códigos muy superiores al html, xml, css o los que hayas conocido. ¡La verdad funciona con verdades! Si algo no es cierto, no puede ayudarte a estrechar tu relación con Dios. Por lo tanto, tampoco te vuelve espiritual. En todo caso, emocional, pero nada más. Eres espiritual en la medida en que conoces a Dios, estrechas tu relación con él y disfrutas de su influencia en tu vida.
Por lo tanto, la verdad de la Biblia es, hablando figuradamente, el software que activa, desfragmenta, limpia, fortalece e impulsa la mente para volverla espiritual y orientarla hacia el reino de Dios.
La mente es intrínsecamente espiritual porque fue diseñada para serlo, pero no significa que automáticamente es espiritual en el sentido de ser utilizada para relacionarse uno con Dios, tal como uno puede tener automóvil, pero usarlo como camión de carga. Lo echará a perder con el tiempo, porque no fue diseñado para hacer eso.
Si hemos vivido una vida agitada, llena de pensamientos encontrados, sin duda terminaremos agotados y desconcertados, preguntándonos: “¿Es esto vida? ¡Prefiero morir!”. Pero no es que la vida sea desagradable en sí misma, sino que hemos ocupado nuestra mente con un programa que no tenía garantía, no sabíamos usarlo bien y se nos metieron las virus por todas partes. Nuestro antivirus nunca funcionó. De hecho, muchas veces, a sabiendas de que teníamos un virus, lo desactivamos para poder seguir pecando. Sin duda que una vida llena de esas actividades puede acabar con nuestra felicidad.
¿Estamos a tiempo?
Sí. El programa comienza a dar sus frutos casi de inmediato, porque comienza a desfragmentar los discos duros tan pronto como se instala, y su poderoso antivirus inicia las labores de limpieza a velocidades inimaginables (si cooperamos al máximo con nuestro libre albedrío, y no nos rebelamos contra la voluntad de Dios anteponiendo la nuestra). En poco tiempo sentiremos que estamos en el camino correcto.
¿Cómo podemos instalarlo?
Nosotros no lo instalamos, porque solo puede instalarlo Dios; ni lo vendemos, porque es gratis; y no tenemos manera de entrar a tu mente y corazón para limpiarlos de los virus que podrían haberse propagado en tu interior. Eso también requiere ayuda de lo alto.
Tanto Jehová como su Hijo Jesucristo pueden entrar a las partes más profundas de tu mente y corazón y ayudarte a hacer las modificaciones necesarias, una remodelación total.
Si no tienes preparado tu corazón, porque crees que lo tienes en muy mal estado, no hay problema, Dios puede prepararlo y ponerlo a tono para que puedas instalar el programa. ‘El deseo de los humildes oyes, oh Jehová, y dispones [o preparas] su corazón, y haces atento tu oído’. O como lo dice otra traducción: ‘El deseo de los mansos ciertamente oirás, oh Jehová, y prepararás su corazón. Les prestarás atención con tu oído’. (Salmo 10:17; 44:21)
¿Cómo preparas el corazón? Orando a Jehová, el Dios verdadero, en el nombre de Jesucristo, y esforzándote por hacer tu parte lo mejor que te sea posible dentro de tus circunstancias. Dios hará el resto. Él tiene práctica. Sabe cómo te siente, y sabe cómo ayudarte. Lo ha hecho con todas y cada una de las personas que se lo pidieron.
Pero no pienses que él obrará en vez de ti, porque Él no es tonto. Sabe lo que hay en tu interior y conoce tu potencial, es decir, hasta dónde puedes llegar. Sabe que vas a sufrir por hacer lo que es recto, tal como le ocurrió a jesús, pero la recompensa será enorme y Él estará allí para ayudarte siempre. No te soltará. ‘Porque Él ha prometido: ‘Confundiré y avergonzaré a todos los que se han enojado contigo y contienden contigo. Llegarán a ser como nada y perecerán. Un día los buscarás y no los hallarás. Sí, aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te tiene de la mano derecha, y te dice: No temas, yo estoy ayudándote. No temas, gusano’. (Isaías 41:11-14)
¿Cuándo puedes instalarlo?
Puedes instalarlo tan pronto como empieces a orar y pedirle Su ayuda. Pero no debes orar como siempre lo has hecho. Tienes que asegurarte de que estás orando de la manera correcta. Porque, según Isaías 1:15 al 17, Dios no escucha las oraciones que no se efectúan en armonía con la verdad: ‘Cuando oran, escondo mis ojos; y aunque hagan muchas oraciones, no oigo […] Primero lávense, límpiense y quiten la maldad de delante de mis ojos. Primero dejen de hacer lo malo, y aprendan a hacer lo bueno’. (Isaías 1:17:17)
De modo que hay requisitos, y deben respetarse. Después de todo, son requisitos para la instalación del programa. Lo mismo ocurre con una computadora. Antes de instalar cualquier programa, uno tiene que hacer clic en los “términos y condiciones” y luego en “aceptar”. Si no, no se instala.
‘El temor de Jehová [o respeto reverente] es el principio del conocimiento’. (Proverbios 1:7) tienes que empezar por sentir un profundo respeto por el Dios verdadero y reconocer que Él es quien recibirá todo el crédito por tu salvación.
Una vez llenado estos requisitos debes permanecer con los ojos y oídos bien abiertos ante la manifestación de Jehová en tu vida, y verificar, con la Biblia en la mano, que verdaderamente sea la manifestación de la palabra de Jehová para ti, porque muchos falsos profetas (que están llenos de virus) han salido al mundo. (1 Juan 4:1)
¿Cómo distinguir? Solo hay una manera: Leyendo y estudiando la Biblia de manera concienzuda y meticulosa. Nunca rechaces la verdad, sino más bien, ahonda más y más hasta descubrirla completamente. No temas que te duela. Los falsos profetas se originan del mundo y hablan de cosas del mundo. Por eso el mundo se va tras ellos como ovejas al matadero, y los escucha. Pero el que quiere adquirir la verdad escucha los dichos de Dios. No cierra la puerta de su corazón. Porque no cierra sus oídos a la verdad. Así es como se diferencia la mentira de la verdad. (1 Juan 4:5-6)
La característica más impresionante de la verdad es que no tiene miedo de sí misma, sino que enfrenta las mentiras sin temor. Porque es como el oro. No teme caer en el fuego, sino todo lo contrario. El fuego la purifica. Por ejemplo, la verdad está en Cristo, y Cristo fue probado hasta que lo mataron muy cruelmente, pero no perdió terreno, ni un centímetro. Pasó la prueba de fuego y fue refinado. Ahora es un rey en los cielos, desde donde está dirigiendo su obra él mismo. (2 Timoteo 4:1; Apocalipsis 14:6-7)
¿Y los beneficios?
La Biblia te promete: ‘Cuando la sabiduría entre en tu corazón y la ciencia de Dios sea grata a tu alma, la discreción te guardará, la inteligencia te preservará, para librarte del mal camino (Proverbios 2:2-10-12) Aunque todos los días del afligido sean malos, el que es bueno de corazón [tendrá] un banquete constantemente. (Pro 15:15)
Pero sobre toda cosa que debas proteger, protege tu corazón. Porque de él mana la vida. Prov 4:23
En una primera etapa:
-Adquirirás un nuevo sistema pensante.
-Tu nuevo sistema pensante te ayudará a tomar decisiones acertadas
-Las decisiones acertadas te proveerán tranquilidad y paz mental
-La tranquilidad y paz mental te permitirán ampliar tu campo de acción
-La espiritualidad dominará todo aspecto de tu vida
-El mundo ya no dominará sobre ti, porque perderá poder sobre ti y sobre tu vida
-Tan pronto como ingrese un virus, el antivirus lo eliminará
-Tu mente y corazón se habrán renovado, y con ello, tu vida misma
En una segunda etapa:
-Tu nuevo sistema pensante impedirá que te metas en problemas
-Las malas compañías sentirán la actividad de tu antivirus y se alejarán automáticamente
-Los intentos de Satanás por romper el firewall serán totalmente infructuosos
-Te volverás una persona muy atractiva desde un punto de vista espiritual
-Jehová se comprometerá a nunca soltarte, si tú te comprometes a nunca soltarlo
En una tercera etapa:
-Disfrutarás de las promesas cumplidas, porque se harán realidad
-Disfrutarás de una vida hermosa en el mejor hábitat que hayas imaginado
-Disfrutarás de la felicidad de convivir con todos los que aman a Dios
-Jamás volverás a recibir ningún ataque ni ninguna causa de temor.
-Nunca morirás, ni enfermarás ni envejecerás, ni trabajarás para otros
-La vida eterna será una realidad en tu vida
¿Te parece poco? ¿Parece una fantasía?
Mira lo que dice Dios: ‘Todo lo que es mi deleite haré. […] Lo he dicho ¿y no lo haré?. (Isaías 46:10-11) Y en otro lugar dice: ‘Dios no es hombre, para mentir, ni hijo de los hombres para que se arrepienta. Si Él lo ha dicho, ¿acaso no lo hará? Y si ha hablado, ¿acaso no puede llevarlo a cabo?’. (Números 23:19)
Cristo es el cumplimiento de las promesas de Dios, y es Cristo quien invita a todos a venir a la verdad, instalarla en su corazón y llevar las buenas nuevas a otros.
(Proverbios 8:12-14))
¿No te gustaría instalar el maravilloso software de la verdad en tu mente corazón?
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