¿Cómo tomar una decisión?

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¿A veces te sientes como una ola del mar, agitada y llevada de un lado a otro por el viento, por no saber qué decidir?

Dudar es detenerse entre dos o más juicios o decisiones, o acerca de un hecho o noticia. Por ejemplo, uno podría tambalear respecto a cierta creencia importante, o qué empleo aceptar, con quién casarse o adónde ir de vacaciones. Sin embargo, es útil cuando uno da cabida a información complementaria que ayuda a coordinar las ideas y conocimientos para alcanzar una seguridad total.

Lo malo es vivir en un estado de total indecisión, siempre temiendo tomar una decisión, absteniéndose de comentar o responder preguntas o no saber qué pensar. La Biblia se refiere a ello como duda e indecisión. (Santiago 1:5-8)

La duda fue el instrumento de Satanás para engañar a Eva, lo cual llevó a los problemas que estamos cosechando hoy sus descendientes. Ella debió consultar con su esposo, a ver qué opinaba de la extraña proposición que le acababan de hacer: "Suponiendo que Dios estaba ocultándoles algo, ¿debían pasar por alto el mandamiento que les había dado y proceder a comer del fruto prohibido?". Ella no esperó, sino decidió por sí misma y estiró la mano al árbol. El resto es historia.

De modo que la duda es buena para discernir los asuntos, pero mala para tomar decisiones precipitadas. Por eso, hay algo que uno nunca debe pasar por alto cuando se enfrenta a una decisión difícil: El principio que se lee en la epístola de San Pablo a los Romanos 14: 22-23, que aplica a la toma de decisiones. De allí parafraseamos: 'La convicción que tengas [respecto a cualquier cosa que te preocupe], que quede entre Dios y tú. Feliz es la persona a quien su conciencia no la atormenta por las decisiones que toma. Pero si se decide abrigando dudas, no tendrá esperanza, porque se decidió sin estar convencida, es decir, dudando. Ese es un gran error'.

En otras palabras: Ante la duda [ya sea por falta de información confiable, por sentir que alguien está presionando, o por no saber cómo proceder], lo más recomendable es simplemente abstenerse de tomar la decisión. Entonces, recopilar información que satisfaga plenamente; evitar a la persona que está presionando; y pedir consejo a otros que hayan tomado una decisión similar y hayan tenido éxito a corto y largo plazo.

La importancia de estar uno bien informado, con documentación actualizada y confiable, no debe minimizarse. Porque lo que hay en tu mente mueve a tu subconsciente en casos de emergencia. Si constantemente llenas tu mente con letras de canciones, guiones de telenovelas, horóscopos, críticas de cine y comentarios de periodistas inescrupulosos que no tienen ninguna consideración por los errores ajenos, tus reacciones automáticas, es decir, tus reflejos condicionados, corresponderán con esa información. ¿Cuán confiable y efectivo puede ser un comportamiento basado en una telenovela? Te aseguramos que los resultados no serán como los de la telenovela, sino como en la vida real.

Por eso alimenta tu mente con ideas verdaderas, positivas, eficaces, interesantes, productivas, confiables y bien documentadas, para que en el momento que necesites tomar una decisión, tus dudas sean disipadas por las conclusiones que saques a partir de dichas ideas, o de los principios que hay tras ellas.

La Biblia es por excelencia el libro que te dará una base sólida para la toma de decisiones, porque es la Palabra de Dios. Eso significa que es infalible. No fallará. Sin embargo, dicha infalibilidad está sujeta a que la conozcas profundamente bien. De lo contrario, podrías tener en cuenta un principio verdadero, o algunos principios relacionados, pero no todos los que aplican a una circunstancia en particular. Uno o más principios mal entendidos y mal aplicados puede ser suficiente para decidirse uno de manera incorrecta. Por eso, no es lo mismo 'leer la Biblia superficialmente' y 'estudiar la Biblia a fondo'.

Solo a manera de ejemplo, veamos cómo funcionan los principios bíblicos. La Biblia dice: “La mujer está ligada a su esposo mientras él vive; pero si el esposo muere, ella queda libre para casarse con quien quiera, con tal de que sea en el Señor”. (1 Corintios 7:39)

¿Qué hay si una cristiana decide casarse con cualquiera que superficialmente afirme creer en el Señor, estar dedicado a él o haber sido bautizado? Pues, tiene que pensarlo muy bien. ¿Por qué? ¿No se supone que está ‘libre para casarse con quien quiera, con tal de que afirme servir al Señor’? No.

Los principios de la Biblia deben analizarse, no a la luz de lo que pensamos personalmente ("¡El espíritu santo me guía directamente sin la ayuda de nadie!"), o de lo que piensan otras personas ("¡Confía en tu corazón!"), sino de lo que piensa Dios mismo. En otras palabras, la Biblia se interpreta a sí misma. ¿De qué manera? ¡A la luz de otros principios!

Es cierto que la Biblia dice que uno puede ‘casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor’, pero también dice lo siguiente en otros lugares:

1) 'El que sale fiador por un perfecto extraño saldrá perjudicado; pero negarse a dar fianzas ayuda a vivir en paz'. (Proverbios 11:15) Pregúntate: ¿Conozco bien a la persona?

2) 'No todo el que me dice: 'Señor, Señor' entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: 'Señor, Señor, ¿no predicamos en tu nombre, y en tu nombre sanamos a muchos e hicimos muchos milagros?'. Pero seré franco: 'Jamás los reconocí. ¡Aléjense de mí, obradores de maldad!'. (Mateo 7:21-23) Pregúntate: ¿Le agrada indagar cuál es la voluntad de Dios y hacerla? ¿O ama a Dios solo de labios afuera?

3) 'Los ingenuos creen todo lo que les dicen; mas el prudente se fija bien por dónde va.' (Proverbios 14:15) Pregúntate: ¿Creo todo lo que me dicen, o suelo fijarme bien en lo que hago?

4) 'El prudente ve el peligro y lo evita; pero el inexperto sigue adelante sin tomar sus precauciones y sufre las consecuencias.' (Proverbios 22:3 ) Pegúntate: ¿Tengo discernimiento y sé medir el peligro?

5) 'Confía en Jehová con todo el corazón, no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos y él allanará tu paso.' (Proverbios 3:5-6) Pregúntate: ¿En qué confío más? ¿En mi inteligencia, o en la de Dios?

6) 'Cuando uno no busca consejo, fracasan sus planes; pero cuando lo busca prospera.' (Proverbios 15:22) Pregúntate: ¿Me gusta que me den consejo, o me resiento y me desagrada que se metan en mi vida?

7) 'Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso los espinos producen uvas o higos? Del mismo modo, el árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no da fruto malo, y un árbol malo no da fruto bueno.' (Mateo 7:16-18) Pegúntate: ¿Qué obras realiza la otra persona, obras que armonicen con la voluntad de Dios?

8) 'El fruto del espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y autocontrol. (Gálatas 5:22-23) Pregúntate: ¿Cuáles son sus puntos dominantes? ¿Es una persona pecaminosa que suele pensar en –o hablar de- inmoralidad sexual, impurezas y desenfrenos? ¿Respeta la religión? ¿Practica idolatría y/o brujería; manifiesta odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, disensiones, divisiones y envidias? ¿Anda en borracheras, orgías y cosas parecidas? La Biblia advierte que los que hacen esas cosas no entrarán al reino de Dios.' (Gálatas 5:19-21)

De modo que no es cuestión de simplemente leer un versículo y nada más. Es muy importante familiarizarse con el contexto de las Escrituras, entonces dicho versículo se entiende mejor. Es fácil extraviarse si solo se tienen en cuenta uno o dos versículos. Si están presente en tu mente todos los principios, es decir, todo el contexto, te resultará más fácil tomar una decisión en cuanto a la clase de persona que tomarás como pareja para vivir con ella el resto de tu vida.

Igualmente, en toda otra ocasión en que tengas que tomar decisiones, si tienes una buena base de conocimientos, tu subconsciente los evocará por reflejo condicionado en cualquier momento que los necesites, y dicho conocimiento tácito te salvará el pellejo.(Proverbios 2:10-11)

Esperamos que esto te ayude a esperar el tiempo que sea necesario antes de tomar cualquier decisión, es decir, hasta tener más claras tus ideas. Gracias por visitar nuestro blog.

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