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No hay nada tan desconcertante como ser un turista, sentirse autosuficiente, rentar un automóvil y terminar en una autovía que le hace sentir que se ha metido a un plato de fideos. No sabe por donde ir y seguramente le dan ganas de bajarse y pedir un taxi. ¡Se le quita lo bravo y ni piensa en volver a intentarlo! Algo similar les ocurre a ciertas personas que han tratado de leer la Biblia y, según ellas, solo encontraron malentendidos, contradicciones, exageraciones y genealogías aburridas.
Al no tomarse la molestia de examinarla con cuidado, acaban atorándose con ideas que interpretan a la ligera y, finalmente, se justifican para no examinarla nunca más, diciendo "me volví agnóstico, o ateo", "no me interesa", "ya leí toda la Biblia y no encontré nada interesante". Y se enredan en un ciclo vicioso de negación, hundiéndose más a sí mismas en la oscuridad de este mundo, es decir, en su falsa espiritualidad, política corrupta, mercantilismo egoísta, falta de visión, carencia de respuestas, de esperanzas y de oportunidades. (Juan 1:9-13; 8:12)
Otras sí la examinan, pero solo aceptando aquello que su pastor le ha dicho que armonice con el dogma de su religión. Y al pasar por alto el verdadero contexto general de la Biblia, lo cual les aclararía el asunto a la perfección, a la larga, terminan igual, o peor que los anteriores. (Mateo 23:13)
El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Corinto: "Tenemos esperanza y actuamos con plena confianza. Porque no nos ponemos un velo, como solía hacer Moisés para no cegar a los israelitas. Sin embargo, la mente de ellos se embotó, y hasta este día llevan puesto el mismo velo cuando leen públicamente el antiguo pacto. No pueden quitárselo porque solo podría quitárselo el Cristo. Hasta el presente, un velo recubre su corazón siempre que leen a Moisés. Pero si uno se vuelve al Dios,verdadero el velo desaparece. Ahora bien, Dios es un espíritu, y donde está el espíritu de Dios hay libertad. Por eso reflejamos como espejos la gloria de Dios con rostros descubiertos, porque gracias al espíritu de Dios nos transformamos en su semejanza con una gloria mucho más grande". (2 Corintios 2:12-18)
Por eso, en este artículo trataremos tres preguntas que algunos suelen traer a colación: ¿Es Dios Omnipotente? ¿Es Dios Omnipresente? y ¿Es Dios Omnisciente?
¿Es Dios Omnipotente?
Generalmente se considera que la omnipotencia es un poder que lo abarca todo. Nada es imposible. Y solo se lo atribuye a Dios, el Todopoderoso. Basándose en tal definición, algunos preguntan: "¿Es Dios realmente Todopoderoso?". Cuando se les responde: "Sí", añaden: "Entonces, ¿podría crear una piedra tan grande que no pueda cargar?". Si se les responde: "Sí", dicen: "Entonces, no lo puede todo", y si se les responde: "No", dicen lo mismo.
Es verdad que la Biblia dice que Dios es Todopoderoso, pero ¿en qué sentido? (Génesis 17:1-2) Job dijo sin reparos: "Bien reconozco que tú todo lo puedes, y que a nadie le es posible frustrar tus planes". (Job 42:2) Y Jesucristo mismo enseñó: "Para Dios todo es posible". (Mateo 19:26) Pero ¿significa eso que Dios puede hacer todo cuanto se nos ocurra?
No. Por citar unos cuantos ejemplos, el apóstol Pablo dijo que "Dios no miente". (Tito 1:2) Santiago 1:13 aclaró que Dios no puede dejarse tentar por el mal. Y antes de destruir Sodoma y Gomorra, Dios le dijo a Lot mediante sus ángeles que escapara a una de las ciudades circunvecinas: "¡De prisa, huye de una vez, porque no puedo hacer nada hasta que llegues allí!". (Génesis 19:22) Y no hace falta mucho discernimiento para reconocer que Dios no puede hacer muchas cosas. No puede contradecirse, no puede ir contra su propósito, no puede destruir a su pueblo, no puede dejar de cumplir sus promesas, no puede bendecir a los apóstatas, no puede fallar, no puede traicionar a sus hijos, no puede ayudar al Diablo ni a su mundo ni a los demonios, no puede destruir la Tierra, no puede olvidar a sus siervos: "¡No te olvidaré!" (Isaías 49:15)
Por tanto, el título Todopoderoso se refiere a todo lo que Él puede hacer en el marco de su voluntad y propósito. No significa que puede hacer todo lo que al capricho del hombre se le ocurra. Esa es una interpretación errónea de su personalidad. Repasemos lo que Jesús dijo cuando explicó el poder de Dios: "Para los hombres es imposible, pero para Dios, todo es posible. (Mateo 19:26) Al decir "Para Dios todo es posible" se refiere a todo lo que los hombres no pueden hacer. Sería faltar a la verdad decir que ese pasaje de la Biblia indica que Dios puede hacerlo todo. Sería torcer las Escrituras. (Mateo 15:3; 2 Pedro 3:16)
Entender claramente este asunto es muy reconfortante. Uno puede sentir la garantía de que Dios jamás usará su poder de manera injusta, caprichosa ni perjudicial, y que siempre lo usará para el bien de sus criaturas.
¿Es Dios Omnipresente?
Generalmente se considera que la omnipresencia es la facultad de estar presente en todas partes y poder verlo todo, condición que solo se atribuye a Dios. Y basándose en tal definición, algunos han preguntado: "¿Está Dios en todas partes y puede verlo todo?". Cuando se les ha respondido: "Sí", han añadido: "Entonces, ¿por qué le preguntó a Adán: '¿Dónde estás?'" (Génesis 3:9)
El hecho de que Adán y Eva se escondieran de vergüenza después de haber pasado por alto el mandamiento de Dios, de no comer del árbol acerca del cual les advirtió que no comieran, no significó que Dios no pudo verlo. Pero nos da una idea del respeto que Dios siente por la privacidad de sus criaturas. Él no anda fisgoneando a todos para ver lo que hacen. Pero si lo desea, podría ajustar su visión infinita y ver lo que uno está haciendo. No hay rincón donde podríamos escondernos de su vista: "Aunque pongas tu nido tan alto como el del águila, desde allí te haré caer". (Jeremías 49:16) Es en ese contexto que Pablo dijo: "Nada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas". (Hebreos 4:13)
Por eso la Biblia es clara cuando dice que Dios no está en todas partes. Por ejemplo, no está con los que no obedecen su voz. Si uno hace las cosas a su manera y no como Él ordena, confiando en que Dios igual estará allí, se engaña a sí mismo. Le convendría leer lo que les pasó a los israelitas cuando desobedecieron a Moisés:
"Cuando Moisés acabó de hablar, todos los israelitas rompieron en llanto amargo. Al día siguiente, muy temprano, el pueblo empezó a subir a la montaña, diciendo: "¡Subamos al lugar que Yavé nos ha prometido. Reconocemos nuestro pecado". Pero Moisés les dijo: "¿Por qué vuelven a desobedecer la orden de Yavé? ¡No les dará resultado! Si suben, serán derrotados por sus enemigos, porque Yavé no está entre ustedes. Y tendrán que enfrentar a los amalecitas y cananeos, que los matarán a filo de espada. Por alejarse de Yavé, no los ayudará. Pero ellos insistieron en subir a la montaña, a pesar de que ni Moisés ni el arca del pacto de Yavé salieron del campamento. Entonces los amalecitas y los cananeos que residían en la zona bajaron y los derrotaron, empujándolos hasta Hormá". (Números 14:39-45) Como vemos, Dios no estuvo presente, es decir, en medio del pueblo, cuando pasaron por alto su voluntad y enfrentaron a sus enemigos. Dios no estaba con ellos. Por eso muchos fueron aniquilados.
En otra ocasión, el profeta Elías, asustado, le dijo a Dios que los israelitas habían rechazado su pacto y derribado los altares. A sus profetas los habían matado a filo de espada. Y le dijo que él era el único que había quedado con vida, ¡suplicándole porque ahora querían matarlo a él! Entonces, Dios le ordenó: "Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí". Y ocurrió un viento muy poderoso, tan violento que partía las montañas y hacía pedazos las rocas. La Biblia dice que "Dios no estaba en el viento. Después ocurrió un terremoto. Pero Dios tampoco estaba en el terremoto. Después del terremoto vino un fuego, pero Dios tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego ocurrió un murmullo suave. (1 Reyes 19:11-12)
¿Notaste? Dios no estaba en el viento, Dios tampoco estaba en el terremoto, y tampoco estaba en el fuego. No hace falta mucho entendimiento para entender que Dios no está en todas partes. ¿Y qué mejor para entender este asunto que el propio testimonio de Jesús? Seguramente sabes de memoria la oración el Padrenuestro. Dice: "Padre nuestro que estás en todas partes, santificado sea tu nombre" (Mateo 6:9-10) Si sabes de memoria el Padrenuestro te habrás dado cuenta de que no dice "que estás en todas partes", sino "que estás en los cielos". ¡Eso sí dice enseña Biblia!
¿Por qué Jesús no dijo que Dios estaba en todas partes? Porque la Palabra de Dios es clara: En Isaías 63:15 dice: "Míranos desde el cielo, obsérvanos desde tu morada santa y gloriosa". En Deuteronomio 26:15: "Mira desde el cielo, desde el santo lugar donde resides". En 1 Reyes 8:30: "Oye el ruego de tu siervo y de tu pueblo Israel cuando oren en este lugar. Oye desde el cielo, donde habitas, y escúchanos y perdónanos". En efecto, los apóstoles lo entendieron correctamente. El apóstol Pablo, maestro para los gentiles en la enseñanza de la fe verdadera, escribió: "Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, que es una simple copia del santuario verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ante Dios a favor nuestro". (Hebreos 9:24)
Dios no está en todas partes. Por ejemplo, Él no está en medio de una reunión de borrachos inveterados que hablan suciedades y hacen toda clase de barbaridades. Él no está en lugares de libertinaje sexual. Él no está en ningún lugar donde se practica una religión que él desaprueba debido a enseñanzas falsas. Él no está donde se fabrican armamentos de guerra. "Tus ojos son tan puros que no puedes mirar cosas malas" (Habacuc 1:13; Proverbios 1:28)
Él solo está donde está su espíritu, donde se hace su voluntad, donde se enseña la verdad acerca de su Reino, donde están sus siervos, sus leales, sus ángeles, sus amigos, sus adoradores sinceros. Dios no está con los malvados ni con los que quieren obrar mal impunemente. (Jueces 13:1) De hecho, en muchos lugares de la Biblia dice que es capaz de abandonar a quienes obran de manera contraria a sus principios.
Sin embargo, Dios reacciona inmediatamente prestando atención al que sinceramente se dirige a Él en oración en el nombre de su Hijo, que entregó su vida en sacrificio para salvar a la humanidad. Dios está con quienes respetan Su nombre y honran a su Hijo. Si una persona se dirige a Jehová en oración en el nombre de Jesús, Él escucha su oración y le responde.
Sin embargo, Dios reacciona inmediatamente prestando atención al que sinceramente se dirige a Él en oración en el nombre de su Hijo, que entregó su vida en sacrificio para salvar a la humanidad. Dios está con quienes respetan Su nombre y honran a su Hijo. Si una persona se dirige a Jehová en oración en el nombre de Jesús, Él escucha su oración y le responde.
La Biblia explica claramente de qué manera Dios responde las oraciones. Pero también explica claramente por qué no las responde. Esa es una de las razones por las que es tan importante la predicación de las buenas nuevas y que los cristianos hagan la obra de enseñar la Biblia. Porque si a una persona le han enseñado que Dios está en todas partes y que responde todas las oraciones, puede llevarse más de una desilusión si no se acerca a Dios de la manera como Él dice que debe hacerse.
Por lo tanto, Dios no necesita estar en todas partes ni tampoco desplazarse. Él mora en el cielo, como dijo Jesús y desde allí puede dirigir su atención adonde juzgue necesario. (Mateo 6:9-10; Salmos 33:13) La morada de Dios es el lugar más excelso que existe. Él no necesita desplazarse a ningún lugar a fin de ver lo que necesite ver. Puede ajustar su visión y recorrer su creación en todas las dimensiones existentes sin necesidad de desplazarse.
¿Es Dios Omnisciente?
Generalmente se considera la omnisciencia como el conocimiento de todas las cosas, y se atribuye exclusivamente a Dios. Basándose en tal definición, algunos preguntan si Dios lo sabe todo. Cuando se les responde: "Sí", añaden: "Entonces, ¿por qué dijo que no sabía lo que estaba ocurriendo en Sodoma y Gomorra y que iba a bajar a la tierra para ver?".
Nuevamente, "[sus] ojos son tan puros que no puede[n] mirar cosas malas", y en Sodoma y Gomorra solo se practicaban cosas horribles, especialmente en sentido sexual (Habacuc 1:13) Dios no estaba con ellos. Por tanto, tampoco andaba fisgoneando lo que estaban haciendo allí. Sin embargo, escuchaba las oraciones de Lot, que estaba esforzándose por hacer lo correcto. Lot estaba rodeado de gente a la que no le interesaba en absoluto el camino de la luz. Desplegaban una actitud descarada, inmoral y desafiante hacia la autoridad y las leyes divinas.
Seguramente Dios se refería a las oraciones de Lot cuando dijo: "El clamor contra Sodoma y Gomorra resulta insoportable, y su pecado es gravísimo. Por eso bajaré a ver si realmente sus acciones son tan malas como me lo indica el clamor contra ellas. Si no, llegaré a saberlo". (Génesis 18:21)
La segunda carta del apóstol Pedro dice que Dios libró a Lot porque era justo y se sentía abrumado debido al descaro de los residentes de Sodoma. Vivía en la ciudad, pero amaba el bien, y todos los días se devanaba los sesos por la maldad que veía y oía. Pero el Señor lo libró de la prueba, al igual que hace con todos los que viven con piedad, pero reservó a los malvados para reprimirlos. Les espera lo mismo a todos los que abrigan y cultivan deseos corrompidos, deseos que no tienen nada que ver con la naturaleza humana, aquellos cuya actitud dominante es despreciar la autoridad del Señor. (2 Pedro 2:7-10)
Por lo tanto, la persona que cree que Dios está en todas parte, que todo lo puede y todo lo sabe, no entiende la verdadera naturaleza de Dios, cuyos ojos son demasiado puros para ver lo que es malo. Y al no entender esas cosas, se priva a sí misma de los incontables beneficios que Dios reserva exclusivamente para quienes buscan, aman y obedecen su Palabra. (2 Crónicas 16:9; Hechos 5:32)
"Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios.
Que tu espíritu me guíe a la tierra de los rectos."
(Salmo 143:10)
Que tu espíritu me guíe a la tierra de los rectos."
(Salmo 143:10)
1) Dios es Todopoderoso en el sentido de que puede hacer todo lo que desee que armonice con su voluntad, Reino y propósito. 2) Está en todas partes en el sentido de que puede ajustar su entendimiento para ver cualquier rincón del universo cuando lo desee. 3) Y todo lo sabe en el sentido de que puede enterarse de todo aquello a lo que le presta atención, como por ejemplo, las humildes oraciones de quienes realmente desean hacer Su voluntad.
1) Dios no es Todopoderoso, en el sentido de que no hará cualquier cosa o capricho que nosotros le pidamos, cosas que no armonizan con su voluntad, Reino o propósito. 2) Dios no está en todas partes, en el sentido de que no está donde se hacen cosas malas. Jesús explicó: Padre nuestro que estás en los cielos. 3) Y Dios no todo lo sabe. Si lo desea, puede enterarse de lo que necesite saber, pero no siente curiosidad por la suciedad ni en el habla corrompida. Por ejemplo, no necesita espías para enterarse de los ataques que sus enemigos están planeando contra su pueblo, a fin de defenderlo. Pero no se deleita escuchando basura.
Saber lo que verdaderamente significa Todopoderoso, Omnipresente y Omnipotente nos ayuda a conocer mejor a Dios. La Biblia es tan clara que no se justifica un malentendido respecto a esos temas.
Por ejemplo, cuando Jesús se despidió de sus discípulos y les dijo que estaría con ellos todos los días, no se refería a la compañía de un guardaespaldas, sino a su apoyo para la obra que en ese momento los estaba comisionando: Predicar las buenas nuevas y hacer discípulos. Y cuando dijo que estaría con dos o tres que se reunieran en su nombre, no se refería que estaría con personas que estaban preparándose para matar o planeando infligir daño al prójimo.
Saber lo que verdaderamente significan todas esas cosas nos libera de los malentendidos y nos permite profundizar mejor nuestra lectura de la Biblia.